viernes, 11 de junio de 2010

No Maten al Mensajero


Los papeles de Mariano Moreno y Rodolfo Walsh como periodistas, pero más que nada, como revolucionarios.

Dos intelectuales que se pusieron al servicio del bien común, dejando de lado los egoismos que tanto abundan en esta digna profesión. Dos ejemplos.

No es casualidad que sus vidas hayan tenido el mismo desenlace.


Trabajo realizado junto a Tomás Vidal Adano.
Voces: Matías Mosquera y Nicolás Pisano

"Leer más" para ver el guión


No maten el mensajero
El destino del navío Fama era Río de Janerio, primero, y Gran Bretaña después. Poco antes de partir, Mariano Moreno no gozaba de buena salud. “Algo funesto se anuncia en este viaje”, le comentó a sus acompañantes. Sus padecimientos continuaron en ultramar y paradójicamente el barco no contaba con ningún médico. El capitán del barco, de insignia inglesa, negó los pedidos de los secretarios de Moreno, quienes rogaban parar en el puerto más cercano. A escondidas, el capitán le daba gotas de un supuesto remedio. Finalmente, la madrugada del 4 de marzo de 1811, el capitán le suministró 4 gramos de atimonio tartarizado. La dosis fue letal. El amanecer lo vio morir, y su cuerpo fue arrojado al mar.
166 años más tarde, era asesinado Rodolfo Walsh. Un día después de fechada su Carta Abierta de un Escritor a la Junta Militar, las versiones afirman que se encontraba a pie cerca del cruce de las avenidas San Juan y Entre Ríos, en Buenos Aires, cuando un grupo de tareas de la Escuela de Mecánica de la Armada le dio la orden de entregarse, pero Walsh se resistió con el arma que llevaba y fue herido de muerte.
“Lo bajamos a Walsh. El hijo de puta se parapetó detrás de un árbol y se defendía con una 22. Lo cagamos a tiros y no se caía el hijo de puta” decía el ex oficial Ernesto Weber.
Su cuerpo, según algunas versiones, fue quemado en el campo de deportes de la ESMA.
1 cambio
Mariano Moreno llegó a Chuquisaca, hoy territorio boliviano, a los 21 años. Allí se encontraba una de las Universidades más prestigiosas de América, pero a su vez, uno de los regímenes de explotación más atroces. Moreno se formó leyendo a Rousseau, pero también a autores que clamaban por los derechos de los indígenas, como Juan de Solórzano y Pereyra y Victorián de Villava. También estaban frescos en la zona, los recuerdos de Túpac Amaru. Pero no se quedó en los textos o cuentos. Moreno pudo ver esto con sus propios ojos. En 1802, a punto de recibirse de abogado, quedó impresionado por la explotación y miseria a la que sometían a los indígenas en Potosí. En sus primeras prácticas jurídicas, se encargó de defender indios contra abusos de sus patrones.
En el año 1956, Rodolfo Walsh llega a Cuba, lugar que le producirá un quiebre en su forma de entender su papel de escritor y periodista. Dirá él mismo que ya no quería ser nunca más un simple observador privilegiado del mundo, sino que pretendía formar parte activamente de él. Comenzó a desempeñarse como jefe de Servicios Especiales en el Departamento de Informaciones de Prensa Latina, donde usó sus conocimientos de criptógrafo aficionado para descubrir, a través de unos cables comerciales, la invasión a Bahía de Cochinos, instrumentada por la CIA.
2 revolucionarios
Moreno guardó un perfil muy bajo durante la Semana de Mayo. Su protagonismo recién empezó el 25 de mayo de 1810, al asumir la Secretaría de Guerra y Gobierno de la Primera Junta. Logró la apertura de varios puertos, intentando combatir los “monopolios de los contrabandistas”. Redujo los derechos de exportación y redactó un reglamento de comercio. “El extranjero no viene a nuestro país a trabajar en nuestro bien, sino a sacar cuantas ventajas pueda proporcionarse…”, pregonaba.
En julio de 1810 se encargó de redactar un plan de operaciones, junto a Manuel Belgrano, para unificar los propósitos de la revolución. “Para conseguir el ideal revolucionario hace falta recurrir a medios muy radicales” ideaban. Propuso una insurrección en la Banda Oriental y en el Sur de Brasil, fingir lealtad a Fernando VII para ganar tiempo, y expropiar riquezas españolas para crear ingenios y fábricas. El historiador y ensayista Norberto Galasso analizó el papel de Moreno en la revolución, su influencia y sus acciones: (audio)
Toda esta obra de gobierno lo distanciaba del presidente de la junta Cornelio Saavedra, que sólo quería cambios administrativos, sin alterar el trasfondo. Para un cambio profundo, Moreno pensaba en la revolución controlada desde Buenos Aires, ya que el interior seguía en manos de la oligarquía conservadora, representa por Saavedra.
Los enemigos de Moreno, encabezados por Funes, diputado por Córdoba, incorporaron a los diputados del interior a la Junta (Poder Ejecutivo) y no al prometido Congreso Constituyente (Poder Legislativo), como pretendía el revolucionario. Le embarraron la cancha. Los diputados que llegaban, eran conservadores, contrarrevolucionarios. Moreno no pudo contrarrestar el aparato saavedrista.
18 de Diciembre de 1810 se llevó a cabo la votación en la Junta para la incorporación de diputados. Moreno y Juan José Paso se opusieron. Nadie más. Moreno renunció.
El compromiso político de Rodolfo Walsh empezaría a tomar materialidad a partir de 1973, cuando comienza a participar de la organización Montoneros bajo el alias de “Esteban” en el cargo de oficial segundo. Creó un sector del Departamento de informaciones de Montoneros, y fue su responsable. Junto a su amigo, el poeta Francisco Paco Urondo, participó como fundador y redactor de Noticias, diario que presentaba los puntos de vista de la agrupación.
El primer acto público de Montoneros había sido en 1970, cuando efectuaron el secuestro del ex presidente de facto Pedro Eugenio Aramburu, quien encargó los fusilamientos de José León Suárez y del comandante Valle en 1956, hechos que describió Walsh en su obra Operación Masacre.
La presencia de gobiernos de facto y conservadores desde el derrocamiento de Perón en el 55 , dieron lugar a la formación de grupos que reivindicaban el peronismo revolucionario, de neto perfil populista y anti imperialista, mezclando la doctrina peronista con elementos del marxismo latinoamericano y el Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo.
A principios de 1974 deja constancia por escrito sus diferencias de concepción, tácticas y estrategia con la cúpula de Montoneros, en un último intento de cambiar el rumbo, que, de seguir así, llevaba a una segura derrota. No es escuchado. Así lo reflejó el periodista y escritor Rogelio García Lupo. (Audio)
3 prensa
El 7 de junio de 1810 Moreno fundó el órgano oficial del gobierno revolucionario: La Gaceta de Buenos Aire, periódico semanal. Hombres como Manuel Alberdi, Juan José Castelli y Manuel Belgrano; los hombres más progresistas de aquellos tiempos, colaboraban con las publicaciones. El decreto fundacional decía: “El pueblo tiene derecho a saber la conducta de sus representantes”. En sus páginas se dio el gusto de publicar “El Contrato Social”, de Rousseau, lo que lo enfrentó con los sectores más conservadores, que lo tildaban de jacobino.
Moreno fue el primero que desde la prensa alardeaba los ánimos revolucionarios y enfrentaba el poder de la oligarquía. La Gaceta iba a ser mucho más que el órgano oficial del gobierno, sería una tribuna de opinión por medio de la que, por primera vez, los ciudadanos del ex virreinato accederían a las ideas modernas que los iban a sacar lentamente de la pesadilla de atraso a la que los habían llevado casi trescientos años de educación escolástica.
Una tarde de 1956, jugando al ajedrez en un bar de la Plata Walsh escuchó la frase "Hay un fusilado que vive". Nunca se le fue de la mente. A fines de ese año, comenzó a investigar el caso y se encontró con un gigantesco crimen organizado y ocultado por el Estado. Walsh decidió recluirse en una alejada isla del Tigre con el seudónimo de Francisco Freyre, y con la única compañía de un revolver. El 23 de diciembre Leonidas Barletta, director de Propósitos, denunció, a pedido de Walsh, la masacre de José León Suárez y la existencia de un sobreviviente, Juan Carlos Livraga.


Además de ser militantes y activistas revolucionarios, Mariano Moreno y Rodolfo Walsh, fueron dos íconos fundamentales para la práctica del periodismo en Argentina. El primero, considerado como padre del mismo, tras haber fundado el primer periódico del país. Mientras que el segundo revolucionó el género.
En 1957, Walsh dio a conocer “Operación Masacre”, libro que creó un nuevo periodismo, también incluido dentro de la literatura como “non-fiction”, donde se combinaban la investigación periodística, el género testimonial y el policial. Un experto en literatura como Juan Sustarain lo reconoce como el fundador del periodismo de investigación. (AUDIO)
Durante la Dictadura que irrumpió en el 76’, Walsh creó la Agencia Clandestina de Noticias, que se encargaba de suplir la libertad de prensa, coartada por la censura que ejercían los militares.

4 cierre

Moreno no fue el primer periodista y el primer defensor de la libertad de prensa en Argentina. Pero no fue sólo eso. Moreno es la médula de la Revolución de Mayo, sin él la primera Junta hubiera sido meramente administrativa. Fue el arquitecto de los imposible Era un tiempo histórico que requería poner el cuerpo, la inteligencia y la organización sin vacilaciones. Fue también el primer gran político argentino, que perseguía la idea de una nación propia, una Estado libre e intervencionista.
La personalidad de Rodolfo Walsh ha sido destacada en los ámbitos literarios como un caso paradigmático de la tensión entre el intelectual y la política, o entre el escritor y el compromiso revolucionario en la búsqueda de una sociedad más justa. No obstante, el mismo Rodolfo Walsh se consideraba un combatiente revolucionario antes que un escritor, y así lo manifestaba públicamente. Walsh fue un periodista y un militante. Un intelectual que trascendió más allá de ese papel.
Es curioso descubrir el modo que la historia puede imitarse a sí misma y repetir con tozudez determinadas circunstancias, así como clonar personajes y estilos criminales. Moreno y Walsh, separados por un abismo de 166 años, están indisolublemente unidos en su tragedia y en su condición de víctimas del odio y la traición. Dos intelectuales que con las mismas armas enfrentaron a los regímenes más autoritarios, conservadores e injustos de sus épocas, y probablemente de la historia de nuestro país, encontrando en su camino el mismo desenlace.


4 comentarios:

Esteban dL dijo...

Hace poco vi en el canal Encuentro, que hicieron un documental sobre la Revolución de Mayo. Dentro de lo más interesante, estaba la rivalidad entre Saavedra y Moreno.

Maggie GP dijo...

Mati! unos compañeros de la fac hicieron emisiones de radio como si fuera 1810, pensé que capaz te interesaba. http://www.diversica.com/cultura/archivos/2010/02/viaje-en-el-tiempo-a-la-revolucin-de-mayo.php.
Es lo que dice "Viaje en el tiempo a la Revolución de Mayo".
Beso!

Muy bueno el informe!

Cronista Clandestino dijo...

Gracias Maggie... estuve escuchando, muy bueno!.. ja el Napoleon Times, muy bien armado, gracias por el dato!

Leo dijo...

muy bueno mosque!

Saludos! Leo Sebastian.

Columnas de Curiosidades Históricas en Cosas Que Pasan (2010)

Alejandro Magno y su encuentro con el Yeti

Piratería, negocio de la aristocracia y gérmen del capitalismo

Platón, el formador del pensamiento occidental, el formador del pensamiento oligárquico

El Manco de Teodelina; las dicotomías entre el amateurismo y el profesionalismo

OurBlogTemplates.com 2008

Blogger Templates by OurBlogTemplates.com 2008